La grandeza de la civilización del Antiguo Egipto es evidente en las artesanías y artefactos que hay detrás, incluidas las joyas. Los egipcios tenían acceso a metales y piedras preciosas. El descubrimiento de oro en abundancia en el delta del Nilo revolucionó la fabricación de joyas egipcias.
Con sus herramientas avanzadas, tecnología y artesanía calificada, estuvieron entre los primeros que establecieron la industria de la joyería en el mundo antiguo. La precisión, los detalles y los diseños de sus joyas eran de última generación, incluso para los estándares actuales. Sus exquisitos diseños todavía inspiran a los joyeros de todo el mundo.
Collar de oro procedente del tesoro de las tumbas reales de Tanis, ca. 1070-712 aC – Museo de El Cairo
En el antiguo Egipto, mujeres, hombres y niños, desde familias pobres hasta miembros de la realeza, se adornaban con las hermosas joyas que podían permitirse. El material con el que se fabricaban las joyas difería según su riqueza y estatus. Sin embargo, collares, pulseras, brazaletes, collares, colgantes, aretes, brazaletes, anillos y amuletos adornaban sus cuellos, muñecas, orejas, dedos y tobillos.
La antigua princesa egipcia de Ptolomeo, hija de Ramsés II, de la XVIII Dinastía, Louvre, Francia.
Los egipcios adinerados llevaban lujosas joyas hechas de oro, piedras semipreciosas y vidrios de colores, algo raro cuando se descubrió por primera vez y muy caro. Les encantaban las piezas diseñadas con volutas, tigres, escarabajos, pájaros alados, chacales, antílopes y serpientes. Las masas llevaban joyas hechas de cobre y cuentas de colores, hechas de arcilla pintada, piedras, dientes de animales y huesos. La plata era una rareza en Egipto y apenas se utilizaba.
Un collar con colgante de halcón, Antiguo Egipto, Ubicado en el Museo Egipcio, El Cairo, Egipto.
Los egipcios usaban joyas no sólo como adorno, sino que también creían en sus poderes mágicos. Las joyas les traían buena suerte, los protegían de enfermedades y malos ojos, y ahuyentaban a los espíritus malévolos, tanto durante su vida como en el más allá, ya que también usaban sus joyas después de la muerte. Reales y nobles fueron enterrados con sus joyas, lo que permitió que las excavaciones arqueológicas descubrieran estos tesoros; expuesto en museos de Egipto y de todo el mundo.
Pin, Halcón Horus de la Tumba de Tutankamón.
Collar de oro del rey Psusennes I, procedente de su tumba en Tanis, delta del Nilo, en el norte de Egipto.
Pendientes, procedentes de la tumba del faraón Tutankamón, descubierta en el Valle de los Reyes.
Collar con Pectoral Lunar – procedente de la tumba del faraón Tutankamón.
Pulsera con Imagen de la Diosa Hathor – Museo de Bellas Artes, Boston
Pulsera de la tumba de la reina Amānishākhētō en Nubia – Museo Egipcio de Berlín
Pectoral y collar de la princesa Sit-hathor-yunet 1887–1878 a. C. – Museo Metropolitano de Arte
Anillo con Patos. Ramsés IV, 1153-1147 a.C., Dinastía 20. Louvre, París